lunes, 16 de noviembre de 2015

"Nosotros no tenemos botón de seguridad en Facebook" Carta desde Beirut.

Ser políticamente correcta no me interesa demasiado. Ya sabemos todo lo pasado con los atentados de París y cuáles han sido las principales críticas al tratamiento de lo ocurrido. Si bien algunas personas no pueden dejar de ver -en esto de pedir equidad a la hora de dar importancia a todas las muertes- un ataque postmodernista de unas cuantas personas colgadas o hipster; lo cierto es que masacres como ésta dejan en evidencia qué cosas nos importan y cuáles no. 

Desde mi punto de vista, es tan importante denunciar y condenar los atentados como dar voz a aquellas personas que se indignan porque la cobertura es mayor en unos casos que en otros. Este desequilibrio ha causado una fuerte crítica hacia Facebook que no ha activado su aplicación sobre desastres hasta lo ocurrido en Francia. Ver anuncio de Mark Zuckerber de 2014. 


  


En cuanto vi la aplicación me pareció super útil. ¿Por qué tendría que criticarla? ¡Más vale tarde que nunca! Pues nada... Porque me gusta criticar... Porque nunca estoy contenta... No tengo que sospechar ni pensar que Facebook prioriza unos países a otros. Lo que ocurre es que hay una información que lo cambia prácticamente todo: resulta que nuestro amigo Facebook ya activó este servicio durante el terremoto en Nepal. También lo hizo en el de Chile y con el huracán de Patricia y el terremoto de Pakistán y Afganistán. Sólo se había hecho en desastres naturales hasta el otro día cuando decidió activarlo con la masacre en París. 

¿Cuál es el problema entonces con la actuación de esta red social? Pues que justo un día antes del atentado en París se produjo un doble atentado en Beirut (Líbano) en el que fueron asesinadas 43 personas (al menos ésa es la cifra por el momento) por el grupo Estado Islámico (EI). 





Como podréis comprender, que no se hayan dado importancia (o la misma) a estas muertes; al igual que no se dan a otras de otras partes del mundo es algo que; a una persona que estudió periodismo; le espante. ¿A qué están dando cancha los medios? ¿Qué nivel de importancia tenemos que tragarnos? ¿Hasta cuándo vamos a seguir poniendo unas masacres sobre otras? ¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar la censura de información en torno a armas, ventas, compras y guerras?

Ante las críticas, la respuesta no se ha hecho esperar. El creador de Facebook ha publicado lo siguiente

"Hasta ayer, nuestra política ha sido la de activar la comprobación de estado de seguridad solo para desastres naturales. Acabamos de cambiarla y tenemos previsto activarla también cuando ocurran tragedias humanas". Nos preocupamos por toda la gente de la misma forma, y trabajaremos duro para ayudar a la gente que está sufriendo en tantas situaciones como esta como podamos". 

Aquí sólo toca ver si esa preocupación por igual es cierta. Aunque a mí me gustaría, sinceramente, quedarme con la duda porque eso implicaría que el dispositivo de seguridad no ha tenido que usarse nunca más.

El blog de Joey Ayoub


Otra cuestión interesante en torno a este tema tiene a un bloguero como protagonista: Joey Ayoub. Se trata de un blogger libanés y francohablante que ha generado un post que ha sido compartido más de 10.000 veces en Facebook. Precisamente en la entrada hacía una crítica a la red social por hacer distinción entre unas víctimas y otras. El post (en inglés) no tiene desperdicio. Podéis verlo aquí. Os paso abajo la traducción al español. Vuelvo a repetir que no soy filóloga (pero hago lo que puedo porque me parece interesante de compartir).

BEIRU, PARÍS
14 de noviembre 2015
Vengo de una comunidad francófona privilegiada del Líbano. Por tanto, siempre he visto a Francia como mi segundo hogar. Las calles de París son tan familiares para mí como las calles de Beirut. Acabo de estar en París hace unos días.

Éstas han sido dos noches horribles para mí. En la primera, se acabó con la vida  vida de más de 40 personas en Beirut. En la segunda, fueron más de 100 en París.

También está claro que, en el mundo, las muertes de mi pueblo en Beirut no importan tanto como las muertes de mis otras personas en París.

"Nosotros" no tenemos un botón de seguridad en Facebook. "Nosotros" no obtenemos declaraciones nocturnas de los hombres y mujeres más poderosas; ni recibimos comentarios de millones de usuarios.

"Nosotros" no cambiamos las políticas que afectarán la vida de innumerables refugiados inocentes.

Todo esto no puede estar más claro.

Digo esto sin resentimiento alguno, simplemente con tristeza.

Es difícil darse cuenta de esto a pesar de la retórica de pensamiento progresista que hemos creado como una voz humana aparentemente unida. La mayoría de nosotros, la mayoría de quienes formamos esta curiosa especie, seguimos excluidos de las preocupaciones dominantes del "mundo".

Y sé que lo que en el término "mundo",está excluida la mayor parte del mundo. Porque así es como funcionan las estructuras de poder.

No me importa.

Mi "cuerpo" no importa al "mundo".

Si muero, esto no a va a marcar la diferencia.

Una vez más, lo digo sin resentimiento alguno.

Esta afirmación no es más que un hecho. Es un hecho "político", es cierto, pero es un hecho, en fin.

Tal vez debería tener un poco de resentimiento, pero estoy demasiado cansado. Resulta pesado ser consciente de ello.

Yo sé que soy lo suficientemente privilegiado porque, cuando muera, seré recordado por amigos y seres queridos. Tal vez este blog y la presencia online, pueda recoger algunas ideas sobre personas de todo el mundo. Ésa es la belleza de Internet. Y también es un privilegio con respecto a los demás.

Nunca antes había entendido lo que Ta-Nehisi Coates escribió cuando habló del Cuerpo Negro en Estados Unidos. Creo que hay una historia que contar con el Cuerpo árabe también. El Cuerpo nativo americano. El Cuerpo Indígena. El cuerpo de América Latina. El Cuerpo indio. El Cuerpo kurdo. El Cuerpo de Pakistán. El Cuerpo chino. Y tantos otros órganos.

El cuerpo humano no es uno [...] Tal vez esto en sí mismo es una ilusión. Pero tal vez es una ilusión que merece la pena conservar, porque no sé en qué tipo de mundo viviríamos si esto no fuera más que una ilusión. 

Algunos cuerpos son globales, pero la mayoría de los cuerpos son locales, regionales, «étnicos».

Mis pensamientos están con todas las víctimas de todos horribles ataques de hoy en día, y mis pensamientos están con todos los que van a sufrir una grave discriminación como resultado de las acciones de unos pocos asesinos de masas y del fracaso de la imaginación de la humanidad en su intento de verse a sí misma como una entidad unificada.

Mi única esperanza es que podamos ser suficientemente fuertes como para generar respuesta frente a lo que pretenden estos criminales. Quiero ser lo suficientemente optimista como para decir que estamos llegando allí; sea lo que sea  "allí".

Tenemos que hablar de estas cosas. Tenemos que hablar sobre la Raza. Simplemente tenemos que hacerlo.


*Entiendo que se refiere a hablar de "la raza" a hablar sobre un pacto unificado de humanidad: entendiendo "la raza" como "raza humana" y no como razas fragmentadas y de clases distintas. Lo digo porque la palabra "raza" aplicada en este último sentido me disgusta mucho precisamente porque creo que marcar diferncias entre las personas persigue discriminaciones concretas. 

** Este texto podría traducirse perfectamente a lo que las feministas llevamos pidiendo siglos: que las muertes a mujeres empiecen a ser consideradas en la medida que merecen. Es un grito a la equidad y ya va siendo hora de que le plantemos cara al silencio y que dejemos de ridiculizar a quienes -incluso en estos momentos de barbarie- piden un trato igualitario. 

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