Los cabellos de mi trenza
son las manos de mis hermanas.
Con las que compartí contraespacios
de infancia y abusos.
De lagartijas, también,
mudándome sus colas dentro.
De un trueno queriendo ser grieta.
De un mensaje que no quiso la botella.
Caballos en libertad
corren por la goma de mi pelo.
Recogío el universo que me expande.
Poema incluido en el poemario Volvemos a casa.
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